La homeopatía, un método terapéutico fiable y eficaz
Desde su creación, hace ya más de dos siglos, la homeopatía ha permitido a muchos enfermos curarse y recuperar una buena salud. Pese al escepticismo de ciertos especialistas, cada vez más pacientes preocupados por su bienestar físico y moral confían hoy en un método terapéutico suave y natural, al que reconocen innumerables beneficios. Confiable y eficaz, la homeopatía contribuye a prevenir y tratar un gran número de patologías internas y externas, sin perjudicar nunca al organismo.
Cuando Samuel Hahnemann define los principios fundamentales de la homeopatía luego de numerosas experiencias y observaciones, su objetivo es crear una nueva forma de medicina que pueda tratar eficazmente los enfermos y restaure su bienestar. Cansado de prácticas médicas que él consideraba bárbaras y demasiado agresivas, elige tratar a sus pacientes administrándoles remedios exentos de cualquier toxicidad pero a la vez sumamente eficaces. Al término de cada tratamiento, Samuel Hahnemann constata la curación sistemática de los enfermos a pesar de la muy baja dosificación de los medicamentos. Hoy, la homeopatía conserva más que nunca sus virtudes y no cesa en consecuencia de convencer a los pacientes del mundo entero gracias a su increíble eficacia. Preventiva y curativa a la vez, esta terapia natural no tiene peligros para el organismo, lo que le permite ser utilizada a largo plazo sin el menor riesgo de adicción o de toxicidad. Natural y holística, la medicina homeopática presenta además la particularidad de tratar al hombre en su conjunto para que todo su organismo pueda regenerarse.
Enfermedades que la homeopatía permite tratar
Aunque la homeopatía sea una forma de medicina cuya eficacia terapéutica esté garantizada, es importante saber que su campo de acción estará limitado a cinco grandes tipos de patología únicamente. Estas enfermedades corresponden realmente a las enfermedades más extendidas, lo que permite afirmar que la homeopatía aporta una respuesta terapéutica confiable a los males más comunes del ser humano.
La medicina homeopática permite tratar infecciones agudas, crónicas y recurrentes, pero también patologías múltiples y enfermedades graves. No obstante, es imperioso señalar que, en caso de enfermedad grave, el tratamiento homeopático no puede jamás substituir al alopático, ya que en esos casos sólo funcionará en tanto que paliativo. En efecto, se ha demostrado que la homeopatía permite luchar con una notable eficacia contra los efectos secundarios provocados por los tratamientos alopáticos necesarios en casos de enfermedad grave.
Además, hay que saber que la homeopatía puede intervenir también en un marco preventivo a fin de limitar los riesgos de brotes de enfermedades estacionales o de enfermedades pasajeras tales como la gripe. Aunque a menudo se dice que este método terapéutico sólo funciona después de un largo período, es útil señalar que esta creencia es claramente errónea. Así, con una prescripción adaptada y tomas regulares, los síntomas desaparecen siempre muy rápidamente para casi no volver a aparecer. En la gran mayoría de los casos, la homeopatía es capaz de superar la enfermedad en cuestión, sin que sea necesario recurrir a nuevos tratamientos.
Eficacia del principio de similitud para tratar enfermedades
Para Hipócrates, resultaba evidente que lo semejante cura lo semejante. Gracias a esta teoría, que recordó después de una de sus primeras experiencias, Hahnemann descubrió que las patologías podían efectivamente ser tratadas por remedios que, en un sujeto sano, produjeran síntomas idénticos a los causados por la enfermedad en cuestión en la persona afectada. Aunque este descubrimiento fue muy mal recibido por los contemporáneos de Hahnemann, el principio de similitud contribuyó a la curación de cientos de miles de pacientes a lo largo de los años.
Gracias a las numerosas investigaciones médicas efectuadas desde entonces, es posible afirmar que toda sustancia capaz de generar en un sujeto en buena salud manifestaciones patológicas vinculadas a una enfermedad precisa también permite erradicar estas mismas manifestaciones en un paciente enfermo cuando se administra en dosis infinitesimales. Por lo tanto, al tener la característica única de reproducir los síntomas de una enfermedad, el tratamiento homeopático permite luchar de manera eficaz contra ella sin representar peligro alguno.
Cómo el proceso de dinamización aumenta la eficacia del remedio homeopático
Si la homeopatía permite aportar una respuesta terapéutica fiable a la enfermedad, es en gran parte gracias al proceso de dinamización elaborado por Samuel Hahnemann en sus experiencias. Preocupado por no envenenar a sus pacientes, el médico alemán había creado un principio de dilución que consistía en reducir de manera progresiva la intensidad de la sustancia utilizada, con el fin de que el producto terminado no presente toxicidad alguna. Lamentablemente, los remedios así elaborados tenían una efectividad limitada, lo que empujó a Hahnemann a profundizar sus investigaciones y lo llevó a crear el procedimiento de dinamización.
Efectivamente, es importante saber que la eficacia terapéutica de la homeopatía estriba también en este procedimiento único, que consiste en sacudir las soluciones progresivamente obtenidas de manera que los preparados puedan conservar todas sus virtudes beneficiosas. Aunque la dinamización sea una práctica muy controvertida, las experiencias realizadas por los homeópatas señalan que las sucusiones permiten eliminar la toxicidad de la cepa utilizada, optimizando al mismo tiempo de manera drástica la acción terapéutica del medicamento. Gracias a la dinamización, el principio activo puede conservar toda su fuerza pese a las numerosas diluciones, lo que lo vuelve más apto para actuar eficazmente contra la enfermedad.
Cómo el principio de individualización aumenta la eficacia terapéutica
Contrariamente a la medicina alopática, la medicina homeopática sostiene que es importante curar a la persona en su conjunto para que su restablecimiento sea total y duradero. En efecto, la medicina alopática apunta principalmente a tratar los síntomas asociados con una enfermedad determinada, sin preocuparse verdaderamente del conjunto. En homeopatía, en cambio, es importante considerar la totalidad del individuo, teniendo en cuenta que cada persona es única en su constitución y su pensamiento. En suma, más allá de la patología visible, la homeopatía se interesa en la particularidad de cada ser humano con miras a proporcionar una respuesta terapéutica adaptada a sus males.
En consecuencia, el principio de individualización permite que el tratamiento actúe de forma más eficaz, en la medida en que el organismo del paciente es tratado en su totalidad. Cuando se abordan los síntomas de una enfermedad de forma aislada y estandarizada, el bienestar físico y moral puede en efecto ser mucho más difícil de percibir. En cambio, cuando los cuidados están adecuados para cada paciente en particular, el bienestar se hace sentir tanto en el plano físico como en el psicológico, lo que da un valor terapéutico óptimo.
¿La homeopatía es objeto de investigaciones médicas que garanticen su eficacia?
Actualmente hay numerosas investigaciones médicas en curso para poder probar las propiedades curativas de la homeopatía. Realizadas por laboratorios reconocidos, estas investigaciones permiten demostrar hasta qué punto este método terapéutico natural es eficaz para el organismo. Hasta el día de hoy, muchos estudios han contribuido a demostrar que la homeopatía es una alternativa viable para todos aquellos que deseen mantener su salud o curar enfermedades diversas sin recurrir a una multitud de tratamientos agresivos. Además, algunos de estos estudios también ponen de relieve que la eficacia de la homeopatía es real y que su acción terapéutica no puede ser resumida en el efecto placebo que algunos tienen tendencia a atribuirle.