La bronquiolitis es una inflamación de los bronquiolos que afecta a los bebés durante el invierno. Aunque la limpieza de las vías espiratorias es lo esencial en este caso, la homeopatía puede optimizar el tratamiento y promover una recuperación más rápida.
Cada año, desde la llegada del invierno, cerca de medio millón de niños sufren de tos, de congestión bronquial y de dificultades para respirar, síntomas característicos de una inflamación respiratoria bien conocida por las madres. Esta inflamación tan temida no es otra que la bronquiolitis, una afección aguda que afecta los bronquiolos, pequeños conductos aéreos situados dentro de los lóbulos pulmonares.
Si bien es cierto que la enfermedad se produce muy a menudo a causa del virus respiratorio sincicial (VRS), cuyo modo de transmisión es en general bastante rápido, es conveniente saber que otros virus también pueden ser responsables de la bronquiolitis.
Contrariamente a lo que se podría creer, la bronquiolitis no puede ser tratada por los medicamentos tradicionalmente preconizados en caso de bronquitis en la medida en que éstos no tienen ningún efecto sobre la enfermedad.
Así, el único tratamiento convencional que es realmente posible recurrir es la fisioterapia respiratoria, un tratamiento eficaz que puede desatascar eficazmente las vías congestionadas gracias a una serie de masajes torácico específicos. Sin embargo, hay que saber que está profundamente desaconsejado recurrir a la fisioterapia cuando la infección está en su primera etapa, a riesgo de favorecer una congestión bronquial aún más importante.
En consecuencia, el tratamiento homeopático está perfectamente indicado en caso de bronquiolitis, ya que puede aplicarse muy tempranamente, es decir desde la aparición de los primeros accesos de tos. Cuando los remedios son administrados a tiempo, la mejora nunca tarda en hacerse sentir. En caso de evolución muy positiva, es posible evitar las sesiones de fisioterapia respiratoria, que en general resultan muy molestas para los lactantes.
Pero si la curación es más lenta y los masajes resultan obligatorios, es útil saber que la homeopatía permite en la mayoría de los casos optimizar los resultados obtenidos en las sesiones favoreciendo un mejor drenaje de la mucosidad. Además, la homeopatía está particularmente indicada en los niños pequeños que sufran infecciones respiratorias repetitivas, ya que permite prevenir infecciones futuras y minimizar los riesgos de aparición de asma.
Los síntomas de la bronquiolitis
Por regla general, la bronquiolitis comienza por la manifestación de síntomas a nivel de las mucosas nasales. Así, la enfermedad comienza la mayoría del tiempo por un catarro ligero antes de convertirse rápidamente en la tos persistente característica de la inflamación. En esa etapa, el lactante ya experimenta algunas dificultades para respirar, y especialmente a causa del depósito de mucosidad que bloquea las vías respiratorias. En muchos casos, la congestión irá acompañado de sibilancias, sonidos silbantes que se manifiestan principalmente en una estenosis de los bronquiolos con o sin mucosidad. Si no se trata correctamente, la bronquiolitis en algunos casos puede dar lugar a la hospitalización del lactante o niño pequeño enfermo. Una vez atenuada la inflamación , los episodios de tos persisten algunas veces durante más de dos semanas sin que ello implique que la enfermedad no esté curada.
El tratamiento de la bronquiolitis
Desde la aparición de los primeros síntomas, será necesario administrar al lactante o niño pequeño 5 gránulos de Blatta Orientalis 5 CH y 5 gránulos de Ipeca 7 CH a cada hora, hasta que la intensidad de la crisis disminuya progresivamente. Cuando los síntomas comiencen a disminuir, será necesario adaptar la posología reduciendo de forma gradual la frecuencia de las tomas. En caso de fisioterapia respiratoria, será posible optimizar el drenaje efectuado en las sesiones recurriendo a remedios a base de Antimonium tartaricum o de Drosera rotundifolia .
La prevención de las recidivas
En términos de prevención, hay que saber que los remedios tradicionalmente preconizados son en general elaborados a partir de Calcarea carbonica ostrearum, de Aviaire o de Sulfure Iodatum. Sin embargo, el tratamiento preventivo de la bronquiolitis es antes que nada un tratamiento de fondo, por lo que corresponderá al médico adaptar la prescripción para impedir la aparición de nuevas crisis.
Cuando consultar a un médico
Desde el comienzo de la enfermedad, es imperativo consultar a
un médico para que pueda juzgar la gravedad de la situación y decidir el camino a seguir. Aunque el tratamiento homeopático aporta en la gran mayoría de los casos una mejora significativa, es esencial de recurrir al dictamen de un profesional de la salud para impedir cualquier agudización eventual del problema. Asimismo, si persisten los síntomas y se amplifican después de la consulta, será especialmente importante realizar una segunda consulta con el fin de evitar cualquier riesgo de dificultad respiratoria.
Algunas recomendaciones útiles
Como la bronquiolitis es una enfermedad contagiosa, es útil recordar que algunas precauciones elementales reducen considerablemente los riesgos de contaminación. Así pues, es conveniente saber que el virus respiratorio sincicial sólo se vuelve completamente inactivo después de unas ocho horas, lo que significa que es importante lavarse las manos antes de preparar el biberón, alimentar, llevar o cambiar el bebé. Incluso en período invernal, es necesario que el aire de la casa sea renovado periódicamente y que las distintas piezas estén bien ventiladas. Por último, es importante que el lactante o niño pequeño tenga el menor contacto posible con toda persona que sufra de un catarro o una gripe.
Tratamientos y patologías asociados a la bronquiolitis
Tratamientos asociados?
- Antimonium Tartaricum
- Aviaire
- Blatta Orientalis
- Calcarea Carbonica Ostrearum
- Drosera Rotundifola
- Ipeca
Patologías asociadas
- Bronquitis
- Tos
Importante Aunque a veces se los prescriba, los medicamentos convencionales como los broncodilatadores o los corticosteroides en general apenas actúan sobre la bronquiolitis. En cambio, los medicamentos homeopáticos, por su lado, tienen una eficacia real sobre la enfermedad puesto que permiten, en algunos casos, evitar la fisioterapia respiratoria.
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